Mañana, seremos lo que hicimos hoy.
Hoy, entretanto, somos lo que somos.
Por eso, no nos detengamos en el camino de la vida. Aprovechemos ahora, para realizar el bien que debemos, sin intentar las “grandes” cosas que no están en nuestro “poder”.
Todos podemos hacer la diferencia, lo que necesitamos, es confiar en nuestras capacidades y dones. Confiemos en nosotros, confiemos en la vida y principalmente confiemos que mas lejos de donde nuestros ojos pueden ver, hay quien nos cuida y nos guía hacia una sociedad mejor. Dándonos las fuerzas para seguir por el sendero que nos es conveniente.
Nuestras luchas son en la medida exacta para nuestro perfeccionamiento humano. Por eso, es tan importante que seamos nosotros mismos, porque fuimos hechos perfectos para cruzar y vencer nuestras dificultades.
Ningún valor tendrá nuestra caminata si no fue hecha por “nuestras propias piernas” y según nuestros propios esfuerzos y valores.
A tener siempre en mente que cada uno de nosotros tiene lo que necesita, incluso las imperfecciones; el aprendizaje no se compra y no se toma prestado. Todo está en nosotros y estamos equipados para este viaje afrontando todos los problemas. Sólo cuando creemos que no esta en nosotros la capacidad para resolverlos es cuando dejamos de vivir, de luchar, de sentir deseos de continuar y dejamos que la desesperación se apodere de nuestro ser.
En la historia de nuestra vida podemos tropezar y caer, pero siempre tendremos la oportunidad de volver a levantarnos, aún cuando nuestras fuerzas se hayan agotado.
No hay mayor satisfacción para el hombre que enfrentar la historia de su vida con todo lo que ella ofrece, ya sea bueno o malo.
Los guerreros y pioneros victoriosos, son aquellas personas que jamás retroceden de un propósito y que en ningún momento pierden las esperanzas y si lo hacen tan solo es por unos segundos, para retomar más fuerzas y seguir luchando por sus sueños.
“Uno aprende solo cuando logra desafiar los problemas de la vida”
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