Contador de visitas

5/14/2011

La espiritualidad está de moda.

¿Puede ponerse de moda algo así? 

Es habitual encontrarnos con distintos medios y también con distintas personas que hablan de la espiritualidad. Muchas de ellas no saben qué es, pero hablan de ella.
Está presente en cada rincón de nuestra vida, lo sepamos o no. Todo el mundo habla de la espiritualidad. Ejemplos: las conversaciones diarias de café o en el gimnasio, entre amigos y conocidos, no puede faltar la palabra “espiritualidad”.
Se la debe pronunciar porque así lo dicta el imperativo de la moda que nos ocupa y se la debe colocar como la causa de todo lo que sucede.

La espiritualidad abarca todas las culturas del mundo.

En las escuelas, en las universidades asombra la ligereza, con que algunos profesores mencionan la palabra espiritualidad.
Es imperdonable no estar a la moda. Entre las diversas especies de habladores espirituales, están los comunicadores sociales: periodistas, locutores de radio, escritores de diarios y revistas, etc... (¡No me incluyan por favor! Soy una especie notablemente rara, para algunos. Ja!) Todos con un oficio no menos curioso hablan largo y tenido de lo que apenas conocen y peor aún de lo que nada saben.
Estas personas, anhelando subirse a la caudalosa corriente comercial, que conlleva toda moda, se lanzan a recomendar a supuestos maestros espirituales y libros de espiritualidad, que nos provean de un “combustible de vida”.

Así, se nos conduce a la precaria idea de que hoy todo es “espiritual”. Este mundo material se reduce a lo “espiritual”. “Todo tiene que ver con todo”. Todo lo que nos pasa tiene una causa “espiritual”. Todo es una ilusión salvo lo “espiritual”. Y todos juntos vamos hacia “el mundo espiritual”, nuestra verdadera “casa mental”.

Al modo de un budismo zen mal entendido, combinado con una ligereza conceptual típica de nuestros
tiempos, la espiritualidad es como un “diluyente universal” el cual, al modo de los diluyentes para pinturas, son capaces de diluir toda realidad y hacerla “nada” o un “todo”.
Un curioso caso de panteísmo “a la carta”.
Está “Espiritualidad”, no es una verdadera espiritualidad; simplemente, porque no les importa hablar de la Verdad de Dios y no se lo tiene a DIOS en primer lugar.

"El Creador es la verdadera fuente de la espiritualidad y no, de la religiosidad como se cree".

¿Y por qué no se habla de Dios? Simplemente porque no esta de moda hablar de Dios, ya que la verdadera moral de Dios, para nuestra sociedad actual es un grave pecado, hablar de la existencia de un DIOS creador, es malo. Esto lo podemos ver claramente en determinados círculos: académicos, profesionales, laborales, entre familiares y amigos. Se considera una declaración de incapacidad intelectual, hablar de la Biblia y de los planes de Dios, para nuestro bienestar, ya que El va en contra de las bajezas y las inmoralidades humanas. Al que habla de Dios y lo nombra claramente, se lo mira sospechosamente y desconfiadamente, es un tonto más, que entro en la dimensión desconocida.
Entre amigos, hace que el que lo nombra corra el riesgo de ser echado del grupo.
En los medios periodísticos… bueno, están esperando que se ponga de moda. ¿NO?

"Ese muchachito humilde, el Nazareno, dijo: “A quién me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos”. 




La sociedad oculta a Dios, porque su aparición en escena trae consigo moralidad y valores, que no es la del mundo, sino que es la de El -DIOS-. Un camino de la vida que no pertenece al mundo de los muertos vivos. 
El mundo ama las cosas espirituales y desean tener dioses materiales de carne o de piedra, metal, madera...de lo que sea, con tal que se mire y se toque. Dioses que adulen, mimen y aplaudan toda maldad humana, con la escusa de que los humanos somos seres temperamentales imposible de cambiar sus malos conceptos de vida, dioses que incite al ser a seguir con sus propias reglas de vida, según el plan de los deseos de los hombres y no la de Algún Dios Altísimo patético, santo y aburrido.


Desde la muerte de Jesús se a construido una espiritualidad que no se pueda basar en Biblia, sino en la adaptación de la medida política, comercial, cultural y social humana, una espiritualidad que brinde al individuo ciertos beneficios de trascendencia, pero que no se les exija el cambio de actitudes o valores morales necesarios.

 "La Verdad de los dioses tienen que complacer y adaptarse a los deseos carnales de los seres"

Desde tiempos antiguos (800años D.C.) el ser humano comenzó a crear el plan mundial y el diseño de las creencias espirituales; dejando a un gran legajo de los caminos que los hombres deberían seguir, para encontrar la espiritualidad. Así los planes de Dios comenzaron a ser vistos como senderos dolorosos, sufridos, difíciles y sacrificados, hasta diríamos imposible de seguir.

¡No sea cosa que tengamos que vivir una vida de santidad, bondad, limpieza de corazón y amor! ¡Esto es un pecado y mala palabra, para muchos! 


El mundo uso La palabra de Dios para construir, su propia ideología y diseño de vida; a través de las diferentes instituciones religiosas y organizaciones espirituales; impuso sus reglas, entre leyendas, mitos y creencias, para poder llevar el mensaje de paz, fe, amor y una supuesta felicidad, en un proyecto de edición fantasiosa y ficticia, cargada de magia he ilusión.

Así, todos justos (por décadas) seguimos los planes y las interpretaciones de los hombres, que fueron considerados más sabios, que los verdaderos sabios.

La humanidad entera esta inmersa en un híper narcisismo materialista, construyendo una espiritualidad infantil he inmadura, a la medida de las bajezas humanas, que solo desean satisfacer sus miserias terrenales.

Esta “pseudo espiritualidad” está construida para que el ser pueda lograr bienes materiales en abundancia, pero no para ser sabios, buenos, virtuosos, santos, limpios, puros, delicados, finos, inteligentes valerosos…etc. Palabras con conceptos y significados que son imposibles de cumplir.

¡A quién le importa el plan de Dios para el Universo! ¡Lo que importa es nuestro propio plan de las cosas que deseamos tener! ¿No?

Tengo una buena noticia para el ser que piensa de está manera, lograrás mejorar tu estado mental, para no enloquecer de la culpa y el poder de seguir asiendo el ridículo, dando libertad a tus pasiones carnales, más bajas, con apariencia de amor, libertad, limpieza y paz interior, pero las vergüenzas y los miedos irán en aumento hasta no saber donde estas parado.

¿Tan difícil es amar de verdad? ¿Por qué cuesta tanto tener una autoestima como Dios nos creo y no como nuestras pasiones carnales nos exige que creemos?.

"Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y toda tú mente; y a tú prójimo, como a ti mismo" En estas palabras se cumple la ley de los sabios, los profetas, los hombre y las mujeres comunes de la tierra; en esta frese (dicha por Jesús) se encuentra todas las leyes carnales y espirituales de Dios y del mundo. ¡Nadie puede dar lo que no tiene! ¡Solo podemos dar a los demás lo que pensamos y somos!

"La persona que no pueda entender está verdad, morirá EN SOLEDAD Y VACÍO INTERIOR".

"El buen predicador vive lo que predica"

No hay comentarios.:

Publicar un comentario